Por Irina Rodríguez Calderón
María Montessori es un gran ejemplo para mi. Fue una educadora, científica, médica, psiquiatra, filósofa, psicóloga, devota católica, feminista, humanista italiana y la creadora del método educativo que lleva su nombre.
Me inspira mucho como María Montessori, a pesar de ser una mujer llena de inquietud, de inteligencia, de grandes valores;
lucha contra esquemas y roles en una sociedad cerrada, machista y en un ambiente donde la mujer era muy juzgada y limitada. Como mujer y ser humano supo salir adelante contra todo un sistema, tenía toda la humildad, el amor, la fe y la creencia en la humanidad y se dio tiempo suficiente para observar con paciencia y dedicación lo que las personas necesitaban, para a la postre hacer una metodología de enseñanza y ponerla en práctica.
Su forma atrevida de vivir, haciendo cosas impensables en su época, rompiendo estereotipos, su amor al prójimo, su principio de observar, su tenacidad, entre otras cosas, me han hecho admirar su vida como mujer y como madre; a pesar de no poder estar con su hijo por las circunstancias de la época, buscó la forma de jamás dejarlo sólo, lo acompaño con prudencia y amor, buscando lo mejor para el en ese momento. Eso me ha inspirado no sólo como maestra sino como mamá, persona, mujer y ser humano.
Esa humildades de saber que jamás se deja de aprender, la llevó no solo a estudiar diferentes carreras, sino también se dio la oportunidad de compartir sus conocimientos y trabajar con los niños, algo que a pesar de su importancia no era valorado en esos momentos.
Montessori no solo es un gran método, sino una filosofía de vida y es justo eso lo que tanto me inspira y me motiva. La filosofía Montessori esta basada en el ser humano y principalmente en los niños; pasó por un proceso de observación y detección de necesidades, para preparar después un entorno adecuado a lo que el niño requiere.
María Montessori basándose en diferentes materiales y aspectos, va construyendo y preparando todo un ambiente que le da al niño lo que necesita; como apoyo, acompañando y guiando a cada uno en su individualidad; si bien cumplen con tendencias, cada uno vive y necesita algo diferente y es precisamente lo que el método Montessori hace; individualizar las necesidades de los pequeños.
A pesar de que el método se creo hace más de medio siglo, en circunstancias de crisis sociales y guerras mundiales, las bases que tiene la filosofía son las que hacen que el método no solo siga vivo, sino que esté vigente a pesar del tiempo, en distintas culturas, en distintos países y épocas. La base de ésta filosofía es la observación del ser humano, en quien están sentadas las tendencias y necesidades.