Texto: Eloísa Juárez
Ser un wedding planner es un negocio maravilloso y en crecimiento, fue lo que declaró Kitzia Morales, directora de México Wedding.
“Yo les digo que es un maravilloso negocio y además es un negocio en crecimiento por varias cosas. Las novias del milenio sí tienen mucho acceso a la información pero necesitan quién se los haga porque la mayoría trabajan.”
Además, expresó que hay un cambio generacional importante, ahora la boda no sólo la pagan los papás de la novia, sino entre la pareja y eso les permite
tener mayor poder de decisión sobre cómo quiere su boda y poder contratar a estos profesionales.
La organizadora del “Congreso ABC Latinoamericano de Bodas y Eventos Especiales” indicó que en el 2013 se llevaron a cabo 600 mil bodas en México y el costo promedio de lo que gastan los novios en cada asistente es de mil a mil 500 pesos.
“La gente se gasta entre 80 mil y 400 mil pesos en una boda, esta celebración es un evento memorable y tiran la casa por la ventana”
Agregó que cada vez el gasto promedio aumenta, pues los novios quieren crear una experiencia para sus invitados
Debido a la demanda de estos organizadores y a las cifras, Morales comentó que definitivamente es una carrera y una oportunidad de negocio con mucho futuro.
Aseguró que es fundamental en el trabajo de un wedding planner dar una respuesta inmediata a la novia, quien va a buscar profesionalismo, empatía con el proveedor de servicio y si el profesional de bodas no está dos pasos adelante que la novia, es muy difícil que pueda tener éxito en este mercado.
“La base del éxito para los wedding planners es definitivamente estar a la vanguardia.”
Para que los profesionales en organización de bodas continúen preparándose y estén a la vanguardia, Kitzia Morales recomendó asistir a congresos que les brinden capacitación avalada por asociaciones internacionales y que les permitan hacer conexiones de negocios, pues interactuar con profesionales que están haciendo cosas como ellos les permite crecer en su negocio.
Las características que no deben de faltar en un organizador de bodas:
- Precisión
- Confiabilidad
- Estar a la vanguardia en las tendencias de bodas
- Ser capaz de ofrecer a cada novia un producto personalizado